Esto me pasó ayer mismo, y desgraciadamente es una práctica demasiado frecuente en LinkedIn. Recibí una invitación, a priori no hubo nada que me diera a pensar que tuviera algo raro, por lo que la acepté. Además, estaba pseudo personalizada, así que mira, algo es algo.
Tal como le di al botón ACEPTAR, recibí el segundo mensaje.