La semana pasada, LinkedIn comunicó que antes del 1 de junio la limitación de caracteres en nuestras actualizaciones pasará de 1.300 a 3.000.
¿Qué implicaciones tiene esto?
Pues todavía le estoy dando vueltas…
Por una parte, el disponer de más espacio en nuestras actualizaciones permitirá trabajar más nuestro storytelling. Y eso es bueno.
Tendremos más espacio para poder dar más detalles sobre la información que estamos compartiendo. Si habitualmente generas contenido en LinkedIn más de una vez te habrá pasado, estar escribiendo y ¡pam! has excedido el límite de caracteres, mira a ver qué puedes eliminar. Disponer de más espacio para que no nos pase esto, también es bueno.
Si los usuarios nos lanzamos a realizar publicaciones más largas, ¿nuestros perfiles podrían acabar siendo como pequeños blogs? eso me parece interesante.
Claro está, corremos el riesgo de que llenemos el feed de paja. Eso ya no es tan bueno.
Por otra parte… ¿cómo influirá esto a los Artículos de LinkedIn? Si las actualizaciones pasan a ser más extensas… ¿perderemos definitivamente el interés en redactar artículos para LinkedIn?
¿Y qué pasa con el Dwell Time? ¿Cómo afectará al tiempo de permanencia ante nuestro contenido el hecho de que las actualizaciones sean más largas? Tal vez el algoritmo deba ajustarse…
Actualmente existen estudios que demuestran que actualizaciones con poco más de 200 palabras tienen mayor probabilidad de obtener más likes y comentarios y, por lo tanto, visibilidad. Esa probabilidad cae en picado para publicaciones más largas.
De momento, ya lo ves, más preguntas que respuestas. Habrá que esperar, probarlo y ver qué es lo que funciona y lo que no en nuestro plan de contenidos.