LinkedIn está concebido para que los profesionales de todos los sectores se comuniquen, establezcan sinergias entre compañías, encuentren nuevos clientes o nuevos proveedores o incluso, ayudar a las compañías a captar el mejor talento. Sin embargo, en un marco como este es casi inevitable la aparición de spammers. Reconozco que soy la primera en utilizar esta plataforma para comunicarme con mi red de contactos, incluso para acceder a personas ajenas a mis círculos, muchas veces con un claro interés comercial, pero no se puede caer en el abuso.
Una de las principales razones que he oído en estos años para no estar en LinkedIn, es «no quiero que empiecen a contactarme para venderme cosas». Realmente los spammers de LinkedIn son los que dan mala fama a los comerciales que utilizamos esta red social como un canal de venta más.
Tuve una vez un jefe que hablándome de un proceso de venta me decía: << esto es como ligar, no puedes pretender «mojar» el primer día, primero hay que conocer a la chica, llevarla un par de veces al cine, llevarla a cenar y al final cae>> _eran otros tiempos…_. Pero la base sigue siendo válida, muchas personas se dedican a contactar indiscriminadamente y una vez aceptada su invitación te envían un mail preconfeccionado informándote de que venden puertas de aluminio, o servicios de marketing o que tienen un showroom no sé dónde. A mi personalmente estas acciones me ganan un automático rechazo, dónde quedó el cine? Y la cena? Perdone, usted cómo se llamaba?
Un paso más allá son los que utilizan las búsquedas sectoriales para nutrir su network en un sector determinado. Hasta ahí me parece perfecto. El problema llega cuando los contactos aceptan su invitación y sin siquiera leerse su perfil les «enchufa» un catálogo. Sin ir más lejos a mi me ha pasado, en mi perfil aparece que soy Directora Comercial en HotelJuice (una agencia de marketing online para hoteles) pues bien, recibo gran cantidad de mensajes ofreciéndome productos o servicios que me irían genial para mi hotel. Qué parte de agencia no hemos entendido?
Por suerte, no todos los profesionales que utilizamos LinkedIn actuamos así, como en la mayoría de contextos, estos casos son una ruidosa minoría. Mi consejo para todos aquellos spammers profesionales es que hagan la prueba, tómense dos minutos para echarle un vistazo al perfil que tienen delante, traten de entender si es el interlocutor adecuado para ofrecerle sus productos o servicios que ustedes venden, adapten su mensaje a cada nuevo contacto, preséntense, pónganse a su disposición en caso que les puedan necesitar, no agobien y gestionen cada relación… Verán que el retorno de este tipo de acciones es mucho mayor.