Como sabes, realizo diferentes formatos de formaciones, tanto para empresa como para escuelas de negocio. Hace unas semanas, hablando con un cliente, me planteó la siguiente pregunta: ¿Por qué alguien debería pagar por un curso de LinkedIn?
Ya sea de LinkedIn o sobre cualquier otro tema,
¿Qué hay en un curso presencial que no se pueda aprender leyendo un post o viendo un vídeo tutorial?
Me parece una pregunta totalmente lógica. Por mi parte, siempre digo que LinkedIn, al fin y al cabo, no es más (ni menos) que una red social. Pero si realmente quieres utilizar este canal como parte de tu propia estrategia, o la de tu negocio, debes tomártelo en serio. Empieza por plantearte unos objetivos. ¿Para qué quiero que me sirva LinkedIn? Para llegar a nuevos clientes, para atraer talento, para mantenerme en el top of mind de mis clientes y potenciales, para cambiar de empleo…
Si crees que LinkedIn deberá ser una pieza importante para alcanzar ese objetivo, debes darle la importancia que se merece (valga la redundancia).
Como decía, estamos hablando de una red social (la mayor red social profesional del mundo, donde están tus clientes, tus potenciales clientes, tus proveedores, tus partners, tus inversores… y tu competencia!), y «estar» en una red social no debería ser muy complicado, por tanto nada que uno mismo – siguiendo algunas directrices -, no debiera ser capaz de aprender.
El problema aquí es que no es lo mismo «estar» que «ESTAR».
Saber estar, es decir, sacarle realmente provecho a esta plataforma requiere de esfuerzo, dedicación y tiempo. La curva de aprendizaje es larga y, además, cuando uno es autodidacta la manera de implementar los conocimientos que vemos en un artículo, un libro o un webinar es el «prueba-error», cuando uno es responsable de una marca, normalmente no tiene tiempo, ni quiere/puede arriesgarse a cometer según qué errores, que pueden repercutir en su marca personal o la marca de la compañía a la que representa, perjudicando así a la consecución de objetivos. En mi caso, por ejemplo, yo misma he sido (y sigo siendo) autodidacta en LinkedIn, pero empecé hace más de 12 años, por lo que seguramente la mayoría de situaciones con las que puedes encontrarte en esta red, ya me las he encontrado previamente, y las he resuelto. Estoy convencida que en cualquier otro ámbito sucede exactamente lo mismo ¿verdad?
Además, si estás pensando si invertir o no en la formación de tu equipo (en LinkedIn o en cualquier otro campo) deberás tener en cuenta algunas cosas:
- Leer, o ver un vídeo, no es lo mismo que te lo expliquen: requiere tiempo, atención, disciplina, priorización. Tus empleados, al igual que tú, no tienen tiempo y, de forma natural, siempre priorizarán los temas del día a día. Cuesta ponerse y hacer un curso online cuando el tiempo no te sobra.
- La experiencia en vivo – sobre todo con un buen formador – siempre es mucho más rica, porque permite interacción inmediata, preguntas y aclaraciones, etc. Además, la interacción humana siempre facilita la absorción de conceptos, ya sea por mayor claridad, o porque se consigue que un contenido que podría ser aburrido, se haga ameno.
- Es cierto que existen numeroso vídeos y tutoriales en linea (mejores y peores, actualizados y obsoletos, distinguirlos no siempre es fácil). De hecho, el propio LinkedIn, desde LinkedIn Learning ofrece (a usuarios de pago) acceso a vídeos tutoriales sobre múltiples temas. Sin embargo la demanda de formaciones presenciales específicas (hablo de lo que conozco, en mi caso, sobre LinkedIn) tanto a nivel particular, en másters o en formato incompany, está creciendo a gran velocidad. Si fuera sólo un tema de documentación, eso no ocurriría.
- La auto-formación tiene mucho sentido (bajo mi opinión) en temas técnicos, pero las formaciones presenciales van desde la estrategia hasta la implementación, y se enriquecen de toda la experiencia práctica, que queda diluida en una documentación en linea.
- La formación dirigida a un mismo equipo además, se pueden adecuar a las características de la propia empresa, con ejemplos prácticos de los propios participantes, y eso es imposible de encontrar en linea.
- Por último, lo que te van a explicar en una formación presencial estará siempre actualizado (al menos así son las mías, porque precisamente, parte de mi valor es estar siempre al día de las novedades y tendencias, pre-analizarlo y servirlo «digerido» y con conclusiones). Esto no ocurre con documentación o webinars.