Como sabes, hay diferentes formas de generar contenido propio en LinkedIn. A grandes rasgos, tenemos las actualizaciones y los artículos:
Los artículos son una forma de publicación más extensa, es como tener un pequeño WordPress dentro de LinkedIn.
Hoy te planteo la pregunta:
¿Vale la pena publicar, a día de hoy, artículos en LinkedIn?
Que gran dilema… Vamos a hacer un listado de pros y contras. Primero los pros:
Por una parte, escribir artículos en LinkedIn contribuye a consolidar esa marca profesional que queremos proyectar al mercado. Si descubro el perfil de un cocinero experto en hacer tortillas de patatas y tiene 25 artículos publicados (que encontraré en la sección Actividad de su perfil) sobre distintas recetas, trucos y consejos para hacer buenas tortillas de patatas, le conferiré a ese perfil una mayor credibilidad.
Generamos contenido de valor que queda vinculado a nuestro perfil, que no “caduca”, al contrario que las actualizaciones. En esta sección de su actividad encuentro fácilmente todos sus artículos sobre recetas, trucos y consejos para hacer buenas tortillas de patatas que esa persona ha publicado.
Son un tipo de publicación en LinkedIn que te permite desarrollar más tu discurso, ya que no tienes la limitación de 1.300 caracteres que tienen las publicaciones corrientes. A veces, quieres contar algo y necesitas espacio suficiente para poder desarrollar tu receta de las tortillas de patatas.
Los artículos, son como un post en tu blog, por lo tanto, contarás con una imagen de cabecera, un título y un cuerpo del artículo donde, para contar tu recetas, trucos y consejos para hacer buenas tortillas de patatas, podrás utilizar texto, incrustar imágenes, vídeos, enlaces, diapositivas… Es decir, permiten un despliegue de medios mayor.
Otro tema a considerar: Los boletines dentro de LinkedIn. Este servicio de LinkedIn todavía no está en abierto, es por invitación y LinkedIn no está admitiendo, por ahora, solicitudes para convertirse en emisor de boletines. ¿La idea cuál es? Tener una base de suscriptores dentro de LinkedIn, de gente que está interesada en el tipo de artículos que publicas en LinkedIn y que indica que quiere recibir tus publicaciones.
Cuantos pros… parece una buena cosa esto de publicar artículos en LinkedIn. Entonces ¿por qué llevas meses sin publicar artículos en LinkedIn?
Vamos con los contras:
Para mí, el principal contra a día de hoy, es que prácticamente no tienen viralidad. Antes, los artículos publicados en LinkedIn corrían como la pólvora. Ahora, son prácticamente invisibles.
Mantener activa esta sección de nuestra actividad, requiere más esfuerzo. Son publicaciones más largas, para profundizar más. Hablando claro, hay que currárselas.
Antes tenían más sentido porque las actualizaciones (las normales) eran más cortas por lo que, si necesitabas explicar algo con un poco más de extensión, ya te tenías que ir a los artículos.
Y un contra a tener muy, muy en cuenta: Cualquier contenido que generes en LinkedIn no es tuyo, es de LinkedIn. ¿Si a LinkedIn mañana le da por dar de baja esta funcionalidad (como ha hecho con tantas otras en el pasado), qué pasará con tu contenido? ¿Se perderá para siempre?
Entonces… ¿Lo artículos son buenos? ¿Son malos? ¿Qué hago?
Una vez más, dependerá de tus objetivos y tu estrategia en este canal.
Yo, personalmente, estoy en un punto en el que tengo ya varios artículos publicados en LinkedIn. Además, mi actividad en esta red es constante, soy monotema (ya has visto que lo mío es LinkedIn), y utilizo diferentes formatos para difundir mi contenido. Podríamos decir que la parte de credibilidad la tendría cubierta.
Ahora mismo, estoy apostando fuertemente por mi web, por lo que estoy publicando en ella todos mis nuevos artículos. El hecho de publicar los artículos en mi blog no implica que no los vaya a mover. Los comparto con mi audiencia a través de newsletters y a través de mis publicaciones en LinkedIn (¿te has fijado que parece que ahora las publicaciones que incluyen un link ya no están siendo tan penalizadas por el algoritmo?).
Debes tener siempre presente que si tienes un blog, tú vas a ser siempre dueño y señor de tu contenido, y eso, tiene su peso en la decisión.
Puedes provar con una opción mixta, que es lo que he hecho yo en este post, he compartido el principio del artículo en LinkedIn (con los pros) y he añadido un enlace al final, invitando a los lectores interesados en los contra a venir aquí para ver cómo terminaba la historia, y cuáles son mis consejos.