¿Sabías que existen bots que pueden lanzar, ellos solitos, tus invitaciones en LinkedIn?
Tú simplemente haces tu segmentación en LinkedIn. Con la ayuda de las opciones de búsqueda avanzada, vas afinando los resultados hasta obtener el listado de profesionales al que te interesa “atacar”. Después le das al botoncito y tu bot empezará a lanzar las invitaciones en tu nombre a este grupo de personas. Incluso, puedes redactar un texto “pseudo-personalizado” para esas invitaciones, para que no aparezca el texto básico que LinkedIn añade a las invitaciones automatizadas, y así intentar “engañar” al destinatario, haciéndole creer que realmente tú has escrito esa invitación para él/ella.
Esto es lo que haría un bot que enviara invitaciones en tu nombre.
¿Se parece esto a lo que haces tú cuando envías invitaciones “manualmente”? Si la respuesta es SÍ, debes revisar tu sistema.
A todos nos gusta sentirnos especiales y, si la invitación que me has enviado podría servir exactamente igual para otras 50 personas, no me estás haciendo sentir especial. Por lo tanto, ¿por qué debería prestarte atención?
Como te contaba en un post anterior, titulado ¿Por qué debo personalizar mis invitaciones en LinkedIn?, la PERSONALIZACIÓN es la clave.
El problema está en que muchos de nosotros creemos que personalizar la invitación consiste en crear un texto para que esa invitación que sea diferente al que enviaría LinkedIn por defecto, y ya. En el momento en el que estás utilizando ese mismo texto para invitar a todos tus contactos, eso ya no es personalización. Y SE NOTA.
Recuerda que no venimos a LinkedIn a coleccionar cromos, sino que lo que queremos (al menos yo lo veo así) es crear redes de contactos útiles y vivas, que puedan llegar a generar oportunidades de negocio, de empleo, o sinergias profesionales de cualquier otro tipo, para mí, la personalización (LA DE VERDAD) de las invitaciones es un “must”.
A continuación, voy a darte algunos consejos para que puedas empezar en personalizar tus invitaciones DE VERDAD:
- Visita el perfil de la persona a la que quieres invitar. ¿Parece obvio, no? Pues la mayoría de invitaciones se envían sin haber entrado si quiera al perfil de la persona a la que queremos unir a unirse a nuestra red.
- Tómate un momento para interesarte por esa persona. Lee cómo se describe en las diferentes piezas de su perfil. En su titular, en su Acerca de (esa sección es oro puro). No te fijes sólo en lo que dice, sino en cómo lo dice. A través de sus textos podrás intuir sus intereses e, incluso, su personalidad. Si estamos ante el perfil de alguien que utiliza descripciones muy sobrias, seguramente podemos pensar que es con ese lenguaje con el que se siente más cómodo. Si, en cambio, los textos de su perfil son más coloquiales, directos, etc, entonces, nuestro primer approach deberá ser más “ligero” para entrarle bien.
- Tenemos también el chivato de LinkedIn. Cuando visitas un perfil, LinkedIn te informará de que tienes X contactos en común con esa persona. Tal vez puedas pedirle a uno de ellos que te presente o, simplemente, mencionarle en tu invitación para que esa persona te ubique más fácilmente.
- Fijémonos también en la sección Experiencia. Por supuesto, puede que encontremos alguna buena excusa para contactar, haciendo mención a su posición actual o que coincidimos (directa o indirectamente) en alguno de sus empresas anteriores. Pero hay más. ¿Estamos ante una persona que siempre se ha movido por grandes empresas internacionales? ¿Se trata de alguien que siempre ha trabajado en empresas familiares? ¿Va saltando de startup en startup? ¿Tiene una carrera “coherente” a nivel de cargos, o prueba cosas nuevas? Todo esto nos dará información sobre cómo es esa persona y, por lo tanto, la mejor manera de encajarle.
- Importantísimo, date una vuelta por su Actividad. ¿Qué tipo de publicaciones hace? ¿A qué tipo de publicaciones reacciona? Te está diciendo qué es lo que le interesa. ¿Cómo interactúa con su propia red? Te está mostrando su carácter y manera de hacer. ¿Ha publicado recientemente algo a lo que puedas hacer referencia en tu invitación? Úsalo, le estarás diciendo que te interesas por él/ella desde el comienzo.
- Puede que la mejor manera de “entrarle” a ese nuevo contacto no sea a través de una invitación. Puede que debas darle un tiempo y primero “seguirle”. De ese modo, podrás ir viendo sus publicaciones, comprendiéndole, interviniendo en sus conversaciones en el feed para que le empieces a sonar, mientras esperas esa excusa perfecta para invitarle a formar parte de tu red.
Con toda esta información, ahora puedes redactar una invitación personalizada DE VERDAD, donde al menos el 80% del mensaje trate sobre esa otra persona.
Usa el tono más adecuado para causar esa buena primera impresión que hará, no sólo que acepte tu invitación, sino que comencéis una conversación, una relación profesional que pueda llegar a suponer a uno, al otro o a ambos algún tipo de oportunidad en el futuro.